Infantas de Aragón, si no desaparecen por cuenta propia, ya contaré cómo las conocí, recuérdenlo.
¿Les suena algo parecido a CIAD, ese clínica para el tratamiento de múltiples adicciones...?
Lo revelaré todo aquí si no desaparecen pronto. Y ya veo claro, ustedes han traído al caballero negro que era otro compañero de terapia. Y yo lo sé muy de cerca, recuerden que estuve allí y escuché, una a una, todas las historias que contaban en las terapias de grupo.
Además no lograron recuperarse porque mentían como unas descaradas.
¿Cuántas veces las confrontaron los terapeutas, AH?
Así es que cuidado con meterse donde nos las han llamado.
Recuerdo que estaban allí también el poeta alternativo y esa estúpida princesa rusa, loca como cabra de monte, tanto o igual que ustedes, infantas, ja, infantas...
(El alquimista nada oye. Sólo está concentrado en preparar el unguento filosofal que permitirá a la triministra parlamentar en buena lid con la plebe)
-Pongo un poco de cilantro, pero no tanto, unas gotas de jenjibre con tres palos de mimbre, tres hojas de llantén para que le caiga bien... un poco de matico para la cicatrización mágica... polvo de oro para que mantenga el decoro, un botón de Champollion para la seducción... y la pasión latina de Mentecato y con eso le damos el palo al gato...
Después me encargaré de las gotas para curar las adicciones, y de contratar aprendices que me ayuden porque la tarea será larga y tediosa después del paso de este caballero negro... pero borraremos hasta las huellas de esas herraduras siniestras...
(al público) ¿comprendeis ahora por qué no quería venir a tomar el hermético puesto?
Alquimista, dignaos preparar unas gotas para recuperar de la borrachera a mi Bufón, que está tirado ante mi puerta perdido en sus incoherencias y ardiendo de pasión por mí... las quiero ya...
(Flotanto en su invisibilidad por lo tanto ni el público ni los haitantes de esta cámara lo pueden ver. Se escucha su voz tonante de Mago Real)
Mmmm: este alquimista buen hombre parece ser. Aunque eso de "Mago entre los magos" me corresponde a mí. Pero mi informe al Sabueso Real, será bueno. Este hombre inocente es.
13 DIÁLOGOS:
(ululando, en creccendo)
Éptasis ¡Eptasis!´
¡ÉPTASIS! ¡¡ÉPTASIS!!
Por amor de Dios.
Infantas de Aragón, si no desaparecen por cuenta propia, ya contaré cómo las conocí, recuérdenlo.
¿Les suena algo parecido a CIAD, ese clínica para el tratamiento de múltiples adicciones...?
Lo revelaré todo aquí si no desaparecen pronto.
Y ya veo claro, ustedes han traído al caballero negro que era otro compañero de terapia.
Y yo lo sé muy de cerca, recuerden que estuve allí y escuché, una a una, todas las historias que contaban en las terapias de grupo.
Además no lograron recuperarse porque mentían como unas descaradas.
¿Cuántas veces las confrontaron los terapeutas, AH?
Así es que cuidado con meterse donde nos las han llamado.
Recuerdo que estaban allí también el poeta alternativo y esa estúpida princesa rusa, loca como cabra de monte, tanto o igual que ustedes, infantas, ja, infantas...
Cuídense de mí, malditas...
(El alquimista nada oye. Sólo está concentrado en preparar el unguento filosofal que permitirá a la triministra parlamentar en buena lid con la plebe)
-Pongo un poco de cilantro, pero no tanto, unas gotas de jenjibre con tres palos de mimbre, tres hojas de llantén para que le caiga bien... un poco de matico para la cicatrización mágica... polvo de oro para que mantenga el decoro, un botón de Champollion para la seducción... y la pasión latina de Mentecato y con eso le damos el palo al gato...
Después me encargaré de las gotas para curar las adicciones, y de contratar aprendices que me ayuden porque la tarea será larga y tediosa después del paso de este caballero negro... pero borraremos hasta las huellas de esas herraduras siniestras...
(al público)
¿comprendeis ahora por qué no quería venir a tomar el hermético puesto?
(El Bufón llega agitado)
¡Alquimista, alquimista!
Mago entre magos
tú que curas y consuelas
mi ama os reclama
Preparad la medicina
dice que vos sabéis
de cual se trata
Presto preparadla
y acudid que se desangra
Alquimista, dignaos preparar unas gotas para recuperar de la borrachera a mi Bufón, que está tirado ante mi puerta perdido en sus incoherencias y ardiendo de pasión por mí... las quiero ya...
A vuestros hinchados pies Triministra, pero no me habeis dado las gracias por los últimos unguentos...
(La Triministra abre un prendedor que lleva en el pecho y saca una moneda de oro y se la entrega)
Sí, teneis razón, eres casi tan grande como Merlín...
(Molesto)
Entonces ¿por qué no encargais vuestros trabajitos a Merlín si es mejor que yo?
Imposible... él quiere otro pago que yo no puedo cubrir... incluso quiero las gotas también para él, amable alquimista...
ahora sí que está todo do mundo fablando do lenguas
Feliz Navidad, Alquimista de palacio.
Albricia!
(Flotanto en su invisibilidad por lo tanto ni el público ni los haitantes de esta cámara lo pueden ver. Se escucha su voz tonante de Mago Real)
Mmmm: este alquimista buen hombre parece ser. Aunque eso de "Mago entre los magos" me corresponde a mí. Pero mi informe al Sabueso Real, será bueno. Este hombre inocente es.